La Palabra de Dios para tiempos como los que vivimos
Día 10: Un día
Incluso en los momentos más felices de nuestra existencia sentimos una pizca de tristeza. Puede hacerlo haciéndonos mirar hacia adelante con la expectativa del día en que nuestro corazón se llene de gozo perfecto, un gozo que nadie nos quitará.
Henri JM Nouwen, Haciendo nuevas todas las cosas: una invitación a la vida espiritual
Un día nos despertaremos a una realidad diferente: sin encierro, sin aislamiento, sin distanciamiento social y sin máscaras. Esperamos que estas cosas sencillas que nos traen alegría y felicidad vuelvan a estar en nuestras vidas. Oramos para que Dios nos ayude a vencer y, como dice Pedro, después de que hayamos sufrido un poco de tiempo, veremos cómo Dios nos restaurará y nos hará fuertes, firmes y firmes. Un día nos despertaremos a una realidad completamente nueva: sin encierro por el pecado, sin aislamiento de Dios, sin distanciamiento unos de otros, sin máscaras. Dios dice que se acercará tanto que secará cada lágrima de nuestros ojos. Además, todo lo que solía provocar lágrimas desaparecerá. Él nos dará el agua de la vida para beber sin costo alguno. Él nos renovará y restaurará como sus hijos para vivir con él para siempre en la realidad de su gloria.
Con tu familia
En medio de tiempos difíciles, a menudo es útil esperar un día mejor. La lectura de hoy nos pinta un poco de ese cuadro.
Reúna los siguientes artículos de su casa y colóquelos en su mesa: pañuelos de papel (uno para cada miembro de la familia presente), un paquete o botella que contenga medicamentos / píldoras, algo de tierra en un vaso o recipiente y una bolsa de papel o plástico.
Siéntese alrededor de la mesa y lea Apocalipsis 21: 3-5. Al leer cada parte del versículo 4: límpiense los ojos con un pañuelo de papel y digan 'no más llanto', y luego tírenlos a la bolsa de papel; diga 'no más dolor' arroje el paquete de medicamento en la bolsa; di 'no más muerte' - tira la tierra en la bolsa. Tome su bolsa de cosas de este 'viejo mundo' y salgan juntos y colóquenlos en su papelera. Den gracias a Dios por prometer hacer nuevas todas las cosas en su tiempo.
Piense en sus amigos o personas que tal vez conozca que estén sufriendo por diferentes motivos causados por el virus. Ore por la paz y el consuelo de Dios para ellos.
Rezar
Señor, en tu gran misericordia, restáuranos y haznos más fuertes. amén